Lo más inmediato es pensar que evidentemente lo ha hecho por una cuestión económica, dado que si hacemos la estimación de rendimiento y materiales para la ejecución de 1 m2 de fábrica de ladrillo de 1 pié con aparejo español (a tizón) y juntas de mortero de 10mm, nos daría algo parecido a esto:
De lo anterior obtenemos que conforme a lo que la intuición nos hace pensar, la construcción de la fábrica con ladrillo de 10 cm demanda menos mortero que si la construimos con ladrillo de 7 cm, aunque la diferencia es despreciable debido a que el menor volumen de llagas se compensa con el mayor volumen de perforaciones del ladrillo de 10 cm.
El rendimiento de la base de datos parece que es aproximadamente real, dado que si necesitamos 0,46 h para realizar 12,57 hiladas de 7 cm, para hacer 9,81 hiladas de ladrillo de 10 cm necesitaríamos 0,33 h, aunque seguramente se ve penalizado por la menor trabajabilidad y mayor dificultad de manejo del ladrillo de 10 cm, por lo que aceptaremos el rendimiento de 0,37 h de la base de datos.
Según todo lo anterior, sabiendo que el precio de los dos tipos de ladrillo varían entre sí unos 4 céntimos, independientemente de que para un mayor volumen de obra se puedan obtener precios más económicos, la diferencia de precio será siempre la misma. El precio utilizado para el mortero y la mano de obra es indiferente ya que se aplica de igual forma para ambos tipos de ladrillo.
Al final, el resultado es que la diferencia entre la fábrica de 1 pié ejecutada con ambos tipos de ladrillo es casi idéntico y la diferencia de precio de 0,55€ es despreciable para el volumen de una vivienda unifamiliar.
¿Pero qué pasa con la calidad de la la fábrica en cuanto su resistencia?
Según obtenemos de la tabla 4.4 del CTE DB SE-F, la resistencia de la fábrica depende de la resistencia normalizada de la pieza, de la resistencia del mortero y del tipo de ladrillo (macizo, perforado, aligerado...) en ningún caso de la dimensión de la pieza.
Es por esto que no merece la pena pensar más en ello...